Tras leer esta primera sesión práctica y meditar sobre ella, he sacado varias ideas que me parecen importantes en lo que respecta no sólo al trabajo docente sino también a la vida en general.
Creo que la moraleja del cuento '¿Por qué le creció la trompa al elefante?' se basa en que hay que intentar conseguir lo que uno se propone aunque a veces haya obstáculos por el camino o el resultado final no sea tan satisfactorio como queremos. En el caso del elefante, esos obstáculos eran todos aquellos animales a los que el elefante le preguntaba qué comían los cocodrilos. Por unas u otras razones ninguno de ellos le contestaba, lo que hacía que la curiosidad e intriga que sentía el elefantito aumentara por momentos. Aún así, el elefante siguió su andadura hasta que se topó con el propio cocodrilo. En ese momento fue cuando descubrió por sí mismo el alimento de los cocodrilos. Después de tanta búsqueda, el elefante pasó miedo pero gracias a la ayuda de sus padres resultó sano y salvo.
Considero que este valor hay que inculcárselo a nuestros alumnos desde pequeños, motivándoles a que crean en ellos mismos. Asimismo, los padres deben potenciarlo también ya que aunque nosotros sepamos que somos capaces de esforzarnos y conseguir lo que anhelamos, nos gusta que haya alguien que tenga fe en lo que hacemos.
Por otro lado, si el elefante hubiese hecho caso omiso a su curiosidad no habría aprendido lo que tanto interés le suscitaba, a pesar de haberse expuesto al peligro.
La curiosidad, el experimentar por ellos mismos, y en definitiva, ser un sujeto activo es lo que hará que nuestros alumnos tengan un aprendizaje significativo. Para alcanzarlo los alumnos deben ser los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje, y los docentes unos meros mediadores que guíen dicho proceso.
Dentro del currículo de Educación Infantil, es en el área de conocimiento del entorno donde se incluye la ciencia. Ésta conducirá al alumnado a que se planteen diversas hipótesis, investiguen, exploren y desarrollen un pensamiento crítico que permitirá al niño ir entendiendo el entorno que le rodea. Para ir adquiriendo tal pensamiento los docentes debemos propiciar la curiosidad y el interés en los alumnos.
Considero que para que los alumnos entiendan su entorno, deben interactuar con él. Si por ejemplo hacemos una salida para conocer un poco el barrio donde está situado el cole y nos encontramos un semáforo, algún alumno podrá darle al botón que pone el semáforo en rojo directamente. De esta manera los niños verán, a través de un compañero de clase (aprendizaje de igual a igual), que si el semáforo está rojo, los coches se paran y podemos cruzar el paso de peatones.
Del mismo modo, como docentes debemos hacer que los alumnos tengan una relación cercana con las ciencias ya que éstas están presenten en sus vidas. De ahí la importancia de que pasen a ver cómo útil en su vida diaria un contenido que al principio pueda resultarles abstracto. De esta manera, el alumnado irá adquiriendo conocimiento escolar: por un lado, tendrá conocimiento científico que le dará 'una base experiencial para aprender más adelante ideas abstractas que carecerían de sentido si se enseñan directamente' como dice Harlen (2008) y por otro, conocimiento cotidiano, útil en su vida diaria.
Concluyendo, me gustaría aprender en esta asignatura a poner en marcha desde la escuela ese conocimiento científico antes mencionado, cómo ir despertando el alumnado el interés por su entorno, qué temas tratar y qué situaciones o actividades plantearles. Aunque el año pasado tuve la asignatura de Conocimiento del Entorno Natural no vimos ejemplos prácticos de cómo enseñar el entorno natural en Educación Infantil.
`Por suerte, la naturaleza me ha dotado de una curiosidad irracional hasta para las cosas más nimias. Eso me salva. La curiosidad es lo único que me mantiene a flote. Todo lo demás me hunde. ¡Ah! Y la vocación. No sé si sería capaz de vivir sin ella.'
Pedro Almodóvar